Derecho CivilDivorciosHerencias y sucesionesMediaciónseparacionesAbogados de Familia Vic: ¿Qué es La Mediación Familiar?

10 de octubre de 2023

Como abogados especialistas en Derecho de familia debemos entonar un “mea culpa” por no ser capaces de transmitir a nuestros clientes las grandes ventajas sobre la mediación familiar.

Mediación familiar: ¿Qué es?

La mediación familiar es proceso voluntario que constituye una alternativa real, práctica y útil para situación de conflicto familiar, como puede ser por ejemplo un proceso de divorcio o separación, así como para procesos posteriores de guardia y custodia. Existe una amplia variedad de opciones y supuestos en cuanto a la mediación familiar como son: mediación familiar, mediación civil, mediación hereditaria, mediación mercantil.

Mediador familiar: Funciones del protagonista principal

El procedimiento de mediación familiar permite articular un acuerdo para resolver los conflictos surgidos sin que la justicia decida en interés de la familia. La figura del mediador familiar se ofrece como experto en derecho capacitado para resolver conflictos familiares.

La función del mediador familiar es informar y asesorar a las partes involucradas, avisando en ocasiones acerca de los problemas que implica dejar la solución (en caso de no haber mediación familiar) en manos de un juez. Su ámbito de actuación destaca sobre todo en sucesiones y herencias o casos de divorcio, separación y custodia.

El mediador familiar, con su conocimiento como abogado de familia, facilita el diálogo entre las partes marcando un plan legal que tiene como destino la elaboración de un documento privado para cualquiera de los diferentes tipos de mediación. Este documento puede elevarse a sede judicial o materializarse en una escritura pública notarial dando lugar a una situación vinculante.

Tipos de mediación familiar

En los procesos de mediación familiar encontramos una adecuada comunicación, que a través de un proceso sencillo, flexible y totalmente voluntario convierte un conflicto en una canal comunicativo entre las personas involucradas, aún pudiendo tener su origen en diferentes ámbitos.

Mediación familiar en divorcios, separaciones o custodia.

La mediación familiar en casos de divorcio o separación sirve como solución para ayudar en los procesos de separación y evitar en la medida de lo posible terminar con un proceso judicial. Es muy recomendable solicitar una mediación, sobre todo en casos en los que están implicados también los hijos, así se busca resolver de la manera más pacífica para que no solo se logre un desenlace exitoso, sino una empatía y una buena comunicación en adelante.

Mediación civil en propiedad horizontal, inquilinos, contratos de arrendamiento.

La mediación civil, a diferencia de la mediación familiar, resuelve los temas civiles relacionados con contratos y obligaciones como: hipotecas, compraventas, arrendamientos, testamentos, entre otros.

Mediación hereditaria para herencias, sucesiones y administración de la comunidad de herederos.

Cuando existen problemas referentes a herencias y sucesiones, la mediación hereditaria facilita que los sucesores repartan la herencia a través de acuerdos, llevando a cabo las condiciones óptimas para la comunicación entre los herederos y ofreciendo posibles opciones de solución.

Mediación mercantil para discrepancias o conflictos entre socios (especialmente en socios con vínculos familiares).

La mediación de carácter mercantil resuelve los conflictos existentes entre empresas, empresarios individuales, socios, accionistas, patentes y marcas, así como discrepancias en la ejecución de contratos, confusión en la interpretación de términos y cláusulas y en acuerdos por incumplimientos en pagos con resultados no esperados.

¿Qué ventajas tiene la mediación familiar?

La mediación familiar es un procedimiento de cooperación y prevención de «carácter amistoso», que tiene como meta la búsqueda de soluciones y la resolución de conflictos entre dos o más familiares. El principal objetivo de la mediación es construir un diálogo comunicativo de cercanía entre los distintos miembros de una misma familia. A continuación detallamos algunas de las ventajas de sobre la mediación respecto a otro tipo de procesos:

  • Coste económico: Las ventajas de una mediación familiar no incurre en el doble gasto de dos abogados y procuradores dentro de un litigio, junto con las costas asociadas a la parte perdedora.
  • Sin gastos de terceros: Una mediación familiar no conlleva otros gastos asociados al litigio como tasaciones y peritos.
  • Autonomía de la voluntad: La decisión o pacto pasa por un mediador familiar en lugar de un juez, ello permite que en la mediación familiar sean las partes las que decidan el acuerdo.
  • Disminuye las tensiones familiares: Al no producirse una situación de ganador o perdedor, la mediación familiar es la mejor forma de mantener unida la familia o llevar las relaciones personales por el buen camino. Además, nada impide que manteniéndose el diálogo no puedan hacerse modificaciones en el futuro.
  • La legislación y práctica procesal da mayor agilidad a los procedimientos de mediación familiar.
  • Además, favorece a quienes intentan la mediación: Si un proceso se está alargando en el tiempo, puede solicitarse la mediación en el transcurso del mismo y obtener una sentencia de manera más rápida por acuerdo entre las partes. Al igual que si va demasiado rápido, puede solicitarse una suspensión mientras dure la misma.

Quizás se trata de la mejor fórmula para alcanzar compromisos consensuados y acuerdos justos en beneficio de todas las partes implicadas en el conflicto, apostando por el diálogo y la empatía para alcanzar soluciones reales.

Requisitos para solicitar una mediación familiar extrajudicial

  • Voluntariedad: Las partes deben asistir de forma voluntaria y comprometerse con el procedimiento. En cualquier momento pueden desistir de la misma y no puede obligarse a ninguna de las partes a asistir o llevarla a cabo.
  • Confidencialidad: todo el proceso es confidencial y se celebra en la intimidad familiar. El abogado mediador firma una cláusula de confidencialidad
  • Decisión: El mediador familiar se limita a proponer soluciones, alternativas y posibles puntos de encuentro entre las partes.
  • Igualdad: Las partes tienen los mismos derechos y oportunidades.
  • Flexibilidad: Frente a un proceso judicial, las partes implicadas son libres de tomar el tiempo que necesiten.
  • Es imprescindible que no existan causas penales o resoluciones judiciales de tipo penal entre los interlocutores.
  • No afecta que existan procesos judiciales en curso, mientras no sean de tipo penal. En algunos casos, puede ser recomendable solicitar una suspensión del procedimiento.

¿Cómo es un proceso de mediación familiar?

Conviene tener claras las fases comprendidas dentro de las sesiones de mediación familiar para comprender cuál es la labor que desarrolla el abogado experto en mediación y cada una de las partes.

  • Fase previa de reunión de las partes e información de los objetivos: Las partes acuden a una cita con el mediador familiar. Es una reunión previa donde el abogado especialista en mediación les informa de las distintas opciones y marca la forma en la que se va a desarrollar el proceso. En esta fase, se destaca la importancia de ir punto por punto y adquirir compromisos que permitan avanzar. Si las partes están conformes en ese acto, ambas firman un documento por el que se comprometen a realizar e intentar un proceso de mediación extrajudicial, una vez son informados de sus derechos y obligaciones.
  • Fase de estudio, propuesta y planteamiento: Tras el compromiso de las partes por mediar, el abogado experto en mediación analiza los documentos, situaciones y contexto. Dependiendo del supuesto puede llevar más o menos tiempo. Una vez reunido todos los datos y evaluada su situación legal, reformulará la primera reunión con opciones concretas para que los actores elija con mayor detalle.
  • Fase de negociación: En esta se obtiene y comparte la información de cada una de las partes, es decir, es el inicio de la etapa de negociación. Seguidamente, el mediador examinará lo que ha explicado cada una y lo reformulará positivamente. Les hará todo tipo de preguntas para así ver las necesidades de cada parte, y si el mediador lo cree conveniente podrá hacer sesiones individuales.
  • Separación de puntos acordados de conflictivos: Se ordenará la información que se ha obtenido y se diferenciarán los temas en los que ya hay solución y los que no.
  • Cierre de puntos no conflictivos: Se trabaja y negocia cada punto. Los puntos analizados en la anterior fase se analizarán en esta con tal de encontrar una solución. Los puntos más difíciles se tratarán aparte para intentar mantener los acuerdos intactos.
  • Borrador de lo acordado: Se prepara un borrador con los posibles acuerdos a los que se podría llegar y, por lo tanto, hablar de ellos con las partes.
  • Firma del acuerdo y cierre: Finalmente, se produce un cierre de la mediación habiendo conseguido los objetivos propuestos. Las partes deben comprometerse a cumplir todo aquello que han acordado y también firmarlo.
  • Posibilidad de elevar a escritura pública / homologación judicial: Dependiendo del proceso, se puede llevar el acuerdo directamente al juzgado para que le otorgue validez o a una notaria. En este punto, consulte con su abogado experto en mediación para cada caso concreto.

Precio de mediación familiar

La mediación familiar está regulada en España por la Ley 5/2012, del 6 de julio de mediación en asuntos civiles y mercantiles. Los mediadores familiares suelen cobrar por hora o por sesión en función de su formación profesional y la dificultad que planteé la búsqueda de soluciones. Lo frecuente es la solicitud de un presupuesto cerrado.

¿Necesitas mediación familiar en un conflicto?

En nuestro despacho de abogados en Vic y Girona contamos con los mejores mediadores de familia. Si después de haber leído el artículo sobre mediación familiar tienes dudas, alguna consulta o quieres más información, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.

 

FAQs Mediación Familiar

 

La mediación familiar es un proceso voluntario que sirve como alternativa al litigio en situaciones de conflicto familiar, como divorcios, separaciones y custodias. Se recomienda considerar la mediación cuando se busca una solución menos confrontativa, que permita a las partes involucradas mantener un diálogo abierto y llegar a un acuerdo mutuamente beneficioso. Es especialmente útil cuando hay niños implicados y se desea preservar una relación cordial para su bienestar.
El mediador actúa como un facilitador neutral que ayuda a las partes a comunicarse de manera efectiva y a negociar un acuerdo. No toma decisiones por las partes, sino que les informa sobre las consecuencias legales de sus opciones y las asiste en la creación de un plan que atienda sus necesidades.
La mediación familiar se centra en resolver conflictos dentro del ámbito familiar, como divorcios o custodias, mientras que la mediación civil puede tratar temas como propiedades y contratos, y la mediación mercantil se ocupa de disputas comerciales. Cada tipo de mediación está adaptado a las necesidades específicas de su campo.
La mediación familiar es generalmente más rápida y menos costosa que el litigio. Evita el antagonismo de los procesos judiciales, lo que puede dar como resultado una mejor relación a largo plazo entre las partes. Además, las soluciones son creadas por las partes involucradas, lo que puede llevar a acuerdos más satisfactorios y personalizados.
Para comenzar una mediación, las partes deben estar de acuerdo en participar voluntariamente y comprometerse con el proceso. La confidencialidad es esencial, y no deben existir causas penales entre las partes. La flexibilidad también es clave, ya que las partes pueden tomar el tiempo necesario para llegar a un acuerdo.
La confidencialidad significa que todo lo discutido durante la mediación familiar no puede ser revelado a terceros y se mantiene en el ámbito privado, salvaguardando la intimidad de las partes. El mediador firma un compromiso de no divulgación para proteger a las partes.
No, el mediador familiar no decide el resultado, su papel es facilitar la comunicación entre las partes y ayudarles a encontrar soluciones consensuadas. El acuerdo final recae en las partes implicadas.
En la mediación familiar, se asegura que todas las partes tengan iguales derechos y oportunidades para expresar sus puntos de vista y preocupaciones, buscando un equilibrio justo durante las negociaciones.
Sí, dado que la mediación familiar promueve acuerdos flexibles, las partes pueden acordar modificaciones en el futuro si las circunstancias cambian o si ambas partes están de acuerdo en hacer ajustes.
La presencia de causas penales entre las partes es una circunstancia que excluye la posibilidad de mediación familiar, ya que estos casos requieren un tratamiento judicial específico.
Sí, la mediación puede solicitarse durante un proceso judicial en curso, y en algunos casos puede recomendarse una suspensión del procedimiento judicial mientras dura la mediación.
Las fases incluyen una reunión previa de información, estudio y propuesta de soluciones, negociación, diferenciación de puntos acordados y conflictivos, negociación de soluciones, borrador del acuerdo y finalmente, firma y cierre del acuerdo.
Es un proceso de mediación que se lleva a cabo fuera de los tribunales, donde un mediador ayuda a las partes a llegar a un acuerdo sin necesidad de litigio.
Sí, los acuerdos alcanzados en mediación familiar pueden elevarse a escritura pública o ser homologados judicialmente para dotarles de formalidad legal y ejecutividad.
El precio puede variar según el mediador y la complejidad del caso. Algunos mediadores cobran por hora o sesión y otros pueden ofrecer un presupuesto cerrado. Estos precios están regulados conforme a la Ley de Mediación en asuntos civiles y mercantiles.
Un mediador familiar generalmente debe estar cualificado a través de una formación específica en mediación y estar registrado en el registro oficial de mediadores de su jurisdicción. Además, es recomendable que tengan conocimientos en derecho de familia y habilidades de comunicación y negociación.
Sí, dado que la mediación es un proceso voluntario, cualquiera de las partes tiene el derecho de no aceptar participar o de abandonar la mediación en cualquier momento.
No necesariamente. Aunque la mediación puede ser útil en muchos conflictos familiares, puede no ser apropiada en situaciones donde hay un desequilibrio de poder significativo, como en casos de violencia doméstica, o donde una de las partes no tiene la capacidad de negociar por sí misma.
Si una de las partes no cumple con el acuerdo de mediación, el otro lado puede buscar la ejecución del acuerdo a través de los tribunales, si el acuerdo ha sido homologado judicialmente o elevado a escritura pública.
En general, los acuerdos de mediación no son sentencias judiciales, por lo que no se "recurren" en el sentido tradicional. Sin embargo, si hay un cambio en las circunstancias o si se cree que el acuerdo fue alcanzado bajo coacción o no se revelaron todos los hechos relevantes, las partes pueden solicitar a un tribunal que modifique o anule el acuerdo.
Los abogados pueden asesorar a las partes antes, durante y después de la mediación. En algunos casos, pueden estar presentes durante la mediación para asegurar que los derechos de sus clientes estén protegidos y para asesorar sobre cuestiones legales.
Depende de las circunstancias del caso y de la edad y madurez de los niños. En algunos casos, los niños pueden participar directamente o tener un defensor que exprese sus intereses y preocupaciones.
En la primera sesión, el mediador explicará el proceso de mediación, establecerá las reglas básicas, evaluará la voluntad y capacidad de las partes para participar y comenzará a identificar los temas a tratar.
Sí, con los avances tecnológicos y especialmente después de la pandemia de COVID-19, la mediación en línea se ha vuelto más común, permitiendo a las partes participar en sesiones a través de plataformas digitales.
Las diferencias culturales pueden influir en la forma en que las partes perciben el conflicto y las soluciones. Un mediador competente debe ser consciente de estas diferencias y ser capaz de manejarlas adecuadamente para facilitar la comunicación y la comprensión entre las partes.
Sí, si una de las partes no está satisfecha con el mediador o el proceso de mediación, generalmente puede solicitar un cambio de mediador. Esto dependerá de las reglas de la organización de mediación o del acuerdo entre las partes.
Los mediadores suelen recibir entrenamiento en manejo de conflictos, técnicas de comunicación efectiva, y manejo de emociones y crisis. Esto puede incluir role-playing, entrenamiento en habilidades de escucha activa, y comprensión de la psicología del conflicto.
Sí, la mediación permite flexibilidad y la posibilidad de llegar a acuerdos creativos que pueden no alinearse con lo que un tribunal ordenaría. El objetivo es encontrar una solución que satisfaga a ambas partes, dentro de ciertos límites legales.
Esto puede variar dependiendo de las leyes locales y las reglas de confidencialidad aplicables. En algunos casos, el mediador puede tener la obligación de reportar ciertas actividades ilegales, mientras que en otros casos, la información revelada en mediación es confidencial.
Sí, la mediación familiar es generalmente confidencial, con algunas excepciones relacionadas con la seguridad, actividades ilegales o como se mencionó anteriormente, ciertas disposiciones legales.
Si se descubre que una de las partes ocultó información relevante, puede ser posible impugnar y revertir el acuerdo de mediación, dependiendo de las leyes de la jurisdicción pertinente.
En la mediación familiar, los desacuerdos sobre la crianza de los hijos se abordan buscando intereses comunes y priorizando el bienestar de los hijos. Se fomenta que las partes trabajen juntas para desarrollar un plan de crianza que funcione para todos los involucrados.
Sí, los acuerdos prenupciales a menudo se pueden mediar para asegurar que ambas partes estén de acuerdo con los términos antes de casarse, y para asegurarse de que los acuerdos sean justos y equitativos.
En algunos casos, los tribunales pueden ordenar a las partes involucradas en un conflicto familiar a participar en mediación antes de proceder a litigio.
La resistencia de una parte puede ser manejada por un mediador calificado, alentando la comunicación abierta, identificando y abordando las preocupaciones subyacentes, y enfocándose en soluciones mutuamente beneficiosas.
Sí, incluso en casos de alto conflicto, la mediación familiar puede ser útil. Puede proporcionar un entorno menos confrontativo que los procedimientos judiciales, lo que permite a las partes trabajar hacia un acuerdo de manera más colaborativa.
En la mediación familiar, los derechos de los abuelos pueden discutirse como parte del plan de crianza. El mediador puede ayudar a las partes a entender la importancia del rol de los abuelos y trabajar hacia un acuerdo que también considere sus intereses.
Si una de las partes no cumple con el acuerdo de mediación, la otra parte puede buscar la aplicación del acuerdo a través de los tribunales u optar por volver a la mediación para resolver el incumplimiento.
Sí, la mediación familiar no se limita a parejas casadas y puede ser una herramienta útil para parejas no casadas con hijos para resolver cuestiones de paternidad, manutención y custodia.
Durante la mediación familiar, las cuestiones financieras se manejan con transparencia y honestidad. Se alienta a las partes a divulgar completamente sus activos y pasivos para que se puedan hacer acuerdos justos sobre la división de propiedades y la manutención.
Sí, los acuerdos de mediación pueden modificarse si las circunstancias cambian significativamente para una o ambas partes. Esto se hace a menudo con la asistencia de un mediador o a través de una petición al tribunal.
Dependiendo de la edad y madurez de los niños, y las normativas del proceso de mediación, los niños pueden participar en el proceso para expresar sus sentimientos y preferencias, especialmente cuando se trata de decisiones que los afectan directamente.
En casos de barreras idiomáticas, se puede recurrir a un intérprete para asegurar que ambas partes entiendan completamente el proceso y puedan comunicarse eficazmente durante la mediación.
Esto depende de las reglas de la sesión de mediación y del acuerdo entre las partes. Algunos procesos de mediación permiten o incluso animan la participación de apoyo, mientras que otros requieren que las sesiones se limiten solo a las partes involucradas y al mediador.
La violencia doméstica es un tema serio que puede hacer que la mediación no sea apropiada debido a las preocupaciones de seguridad y poder desigual. Si se intenta la mediación, se deben tomar medidas para garantizar la seguridad de la víctima, y el mediador debe estar especialmente capacitado para manejar tales situaciones.
No, la mediación es un proceso voluntario. No se puede obligar a alguien a mediar. Sin embargo, algunos tribunales pueden requerir que las partes asistan al menos a una sesión de información o mediación antes de proceder a litigio.
Los abogados pueden jugar varios roles en la mediación familiar. Pueden asesorar a sus clientes antes y después de las sesiones de mediación, o incluso acompañarlos durante la mediación para ofrecer asesoramiento legal en tiempo real.
Las normas de confidencialidad son típicamente establecidas al comienzo del proceso de mediación. Estas reglas protegen la privacidad de las conversaciones y acuerdos de las partes durante la mediación y a menudo prohíben que la información compartida se utilice en procedimientos judiciales posteriores.
Si las partes llegan a un acuerdo parcial, pueden optar por documentar esos acuerdos y buscar soluciones alternativas para los asuntos restantes, como arbitraje o litigio, o pueden continuar con sesiones de mediación adicionales.
No, la mediación familiar no es adecuada para todas las disputas. Por ejemplo, en situaciones donde hay un desequilibrio de poder significativo, como en casos de abuso, o cuando una de las partes no está dispuesta a comprometerse, la mediación puede no ser efectiva.
Sí, aunque es raro, los acuerdos de mediación pueden ser impugnados en la corte si una de las partes siente que el acuerdo fue el resultado de coacción, fraude, o si no se siguió el proceso legal adecuado durante la mediación.
Las diferencias culturales deben ser respetadas y entendidas dentro del proceso de mediación. Los mediadores capacitados abordarán y adaptarán sus prácticas para asegurar que todas las partes se sientan comprendidas y respetadas culturalmente.
Sí, las cuestiones de salud mental pueden y deben ser consideradas en la mediación familiar, especialmente si afectan la toma de decisiones o el bienestar de los hijos. Los mediadores pueden referir a las partes a expertos en salud mental si es necesario.
La duración de la mediación familiar varía según la complejidad de los asuntos en cuestión y la disposición de las partes para llegar a un acuerdo. Puede durar desde unas pocas horas hasta varias sesiones repartidas en semanas o meses.
Los mediadores familiares suelen tener formación en derecho familiar, psicología o trabajo social, y deben estar capacitados y certificados en técnicas de mediación. Los requisitos específicos pueden variar según la jurisdicción y la organización que los certifica.

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